El término asesoramiento psicológico a menudo se malinterpreta. La consejería no debe ser una terapia, pero aun así debe ayudar. No debe ser un sabelotodo y condescendiente, pero debe ofrecer perspectivas y ser tranquilizador...
¡Voilà! Bienvenido a la consejería psicológica, porque así es como funciona. Se trata primero de poner orden en las áreas temáticas, más calma en los mundos emocionales y luego, si es posible, expandir tu horizonte personal a través de perspectivas alternativas.
En muchas crisis relacionadas con situaciones, este enfoque es útil y suficiente. En el caso de dificultades más profundas, el consejo también se recomienda como apoyo a otras medidas. En cualquier caso, es importante que l@s clientes se sientan cómodos con su asesor.